Estoy esperando a mi segundo bebé, y reflexionando un poco en como cambió mi vida desde que llegó mi primer bebé estuve pensando en todas aquellas cosas que no sabía antes de ser mamá.
Si, están las cosas obvias como: cómo cambiar un pañal, cómo esterilizar una mamila o cómo dormir a un bebé, pero me refiero a lo que no te imaginabas que tenías que saber.
Años y años yendo a las mismas plazas y hasta que no tuve un bebé no supe dónde estaban las rampas ni los elevadores, y ¿qué creen? no siempre están en lugares muy accesibles, no siempre son muy grandes, y casi siempre están repletos de gente que no necesita un elevador realmente.
Lo peor son las plazas que sólo tienen rampas eléctricas y creen que eso es suficiente para subir una carriola. La subida no es tanto problema, pero cuando se trata de bajar con una carriola que tiene un bebé, más todas las bolsas de las compras, más la pañalera, más todo lo que le puedas colgar, se vuelve una hazaña.
Y hablando de hazañas con la carriola, hasta que no eres mamá no sabes lo realmente angostos que pueden ser los pasillos en los centros comerciales, e irónicamente, principalmente en la zona donde venden las cosas de bebés. Y eso que yo llevo una carriola sencilla, de un solo bebé, no sé cómo se pueden mover quienes manejan carriolas de más de un bebé.
¿Y qué tal los baños? Como adulto de vez en cuando necesitas ir al baño en una plaza o en alguna tienda. Pero si vas con un bebé SIEMPRE tienes que saber dónde está el baño que tiene cambiador, porque esa es otra, no todos los baños tienen cambiador. Y mucho peor cuando se trata de ir con un niño que está dejando el pañal.
La frase “Tiene 10 minutos para salir” después de pagar el boleto del estacionamiento no suponía nada en particular antes de tener bebés. Pero ya que tienes bebés 10 minutos son una carrera contra el tiempo: encuentra tu coche, encuentra las llaves, baja al bebé, acomódalo correctamente en la sillita, dobla la carriola, acomódala en la cajuela junto con todas las compras, encuentra de nuevo las llaves del coche, encuentra el boleto del estacionamiento, sal del estacionamiento y todo en 10 minutos.
Y hasta que no te conviertes en mamá no te das cuenta de tooooodos los enchufes que hay en casa. Te vuelves una experta en detectar posibles zonas peligrosas en cada lugar al que vas, y encuentras todos los enchufes que no están cubiertos (increíble pero hasta en el Gymboree los he encontrado).
¿A ustedes no les pasó? ¿Qué más han descubierto en esta etapa de la maternidad?