Acaba de nacer mi segunda bebé por cesárea y una de las mejores cosas que se me ocurrió fue no avisar a nadie hasta casi un día después. No sé cómo sea la recuperación por parto natural, pero la recuperación por cesárea puede ser muy dolorosa (especialmente a partir del segundo bebé, donde, además de las molestias propias de la herida, empiezan los horrendos “entuertos”).
Fue una de las mejores ideas por varias razones:
- El primer día estas muy adormecida, con los efectos de la anestesia que no te dejan sentir ni las piernas.
- No puedes ni pararte al baño, por lo que una sonda cuelga de la cama, algo que no querrías que tus visitas estén viendo.
- No tienes que estar contestando el teléfono, contestando mensajes de WhatsApp, celular o Facebook.
- Puedes dormir todo el día si quieres y tener a la bebé solo para ti cuando te la llevan al cuarto.
- Y sobre todo, para nosotros fue un tiempo hermoso para disfrutar como la nueva familia de cuatro en que nos convertimos. Un tiempo para que el hermano mayor pudiera conocer a su hermana y no tener que “compartirla” con nadie.
Me encantó hacerlo, no planeo tener otro bebé, pero si lo tuviera, lo volvería a hacer.